La extensión de la existente Villa Carmen pretende darle un aire de modernidad mediante la creación de nuevos espacios conectados con los existentes sin que haya una transición brusca que pueda afectar sobre todo el funcionamiento integral de la vivienda de dos niveles.

La nueva distribución permite la entrada de una gran cantidad de luz a lo largo del día gracias a las puertas de vidrio que la conectan con el jardín y al nuevo patio andaluz que a su vez sirve como elemento de transición entre los salones, la cocina y la nueva habitación.

Para mantener esta continuidad y esta iluminación, se ha optado por un suelo corrido en ambos niveles con tono claro, mármol beige-crema, que permita la difusión de luz tanto desde las puertas acristaladas como los lucernarios proyectados en el distribuidor adyacente al patio. Para acompañar los tonos claros, y así obtener un contraste que pueda darle a la vivienda un equilibrio cromático, se ha optado por el uso de un material noble como la madera de nogal para las puertas y los elementos decorativos, además de las Claustras que permiten una buena compartimentación de los espacios amplios como los salones y el dormitorio oficina en la planta primera.